Lo que el abuso me arrebató
Cuando somos pequeños le temos a los monstruos que se ocultan en la oscuridad, bajo la cama, dentro del armario y hasta en las esquinas de nuestras habitaciones. Los adultos se convierten en nuestro refugio, son como esa luz que ilumina esos rincones y nos protegen de la maldad creada por nuestros pequeños cerebritos, pero nunca pensamos que en un futuro van a ser ellos a quienes les vamos a huir, quienes más daño van a causar y quienes más traumas nos van a dejar. Como le pasó a Tatiana, una chica de 14 años que le gustaba confiar en las personas, empática y en proceso de crecer, aprender de la vida. Escrita por: Isabella Lopez Lopez *Testimonio de una estudiante de la Universidad Autónoma de Occidente a quien se le ha modificado el nombre, buscando proteger su identidad* Tatiana tenía un hermano, con quien estudiaba en el mismo colegio, Andrés, de 8 años. Sus padres, cansados de ver el bullying que recibía su hijo menor en el transporte con el que tenía convenio el colegio, decidie